Escapa mientras puedas

La retirada a veces hubiera sido la única forma decente de escapar, pero no solemos darnos cuenta a tiempo...
Miedo a tener miedo. Perros que me persiguen, rozan mis piernas con sus colmillos mientras escapo tan rápido como puedo. Sus ladridos son temibles, noto su aliento en la planta de los pies.
Temo a la vida, necesito alguien que me coja de la mano mientras camino, y no puedo encontrar a nadie que me la dé. Dejaré de avanzar en cuanto pierda la inercia, porque me siento incapaz de caminar por mi mismo.
Romper las cadenas, escapar de la saciedad del consumo en que la sociedad consumista nos ahoga, reventar las especulaciones que las alimañas devoran. Destrozar las almas de los condenados a desnutrición de ideas, a inhanición de cultura, a hambruna de conciencia.
Recuerdos, dolor, angustia. Me quedo tan solo cuando me pierdo entre los laberintos de mi pasado que a veces ni quiero ni puedo volver. Me rompo por dentro mientras no existo, reconstruyendome solo cuando no me queda tiempo de volver.
Quemad las naves, no quiero volver más. Si por fortuna o desgracia vuelvo a desaparecer, no pienso darme la vuelta al entender que estoy llegando al punto de no retorno.
Quemado el camino, quemado el tesoro que labramos, quemados los recuerdos.