Y parió la burra

Sin alarmas ni sonrojos, sin presiones ni ojalas.


Lentejas de menú, chorizo casero y pan de leña. Una de cal, una de tierra que nos echan encima.

Exhaustas formas de vida que vagan por la planicie de la ignorancia. Nadamos en la miseria inerte que cagan nuestros amos. Respiramos flatulencias de la podredumbre que nos rodea.

Planetas de diamante y razones sobradas para descartar la esperanza.

Huyamos de nosotros mientras podamos, el cartel de última salida se acerca más rápido de lo que la mayoría podremos apreciar.

¿Somos menos de lo que aparentamos? Somos apariencias menores en cuerpos estrellados.