Las cosas no son como son porque si

¿Cómo harán para que los cereales sigan crujientes semanas después de haber abierto el paquete?
Cada mañana me preguntaba lo mismo, sin respuesta satisfactoria, pero sin excesiva preocupación por la falta de la misma.

La rutina nunca había sido amiga mía, de hecho me repugnaba todo al cabo de poco tiempo, pero lo echaba de menos enseguida. Siempre supuse que era normal. Es una de esas "verdades" que se saben simplemente, sin que nadie te las diga. Todo el mundo se acaba cansando de lo que tiene a diario, y todo el mundo echa de menos lo que pierde. Así que no le daba importancia hasta que me di cuenta de que yo lo hacía más rápido que el resto, lo de cansarme y echar de menos.

Cada mañana, cada mañana me preguntaba lo mismo y seguía sin respuesta.

Una tarde salí a correr, como de costumbre, al llegar a casa después de trabajar. Hice el circuito normal, pero un poco más rápido de la cuenta. Llegué a casa diez minutos antes, me duché diez minutos antes, me fuí a dormir diez minutos antes.
Por la mañana, me desperté diez minutos antes y al llegar a la cocina...¡descubrí a un ejército de duendes cambiando cosas!
Desde cambiar mis cereales por otros recién abiertos (por eso siempre estaban frescos), hasta esconder las tijeras de coser (¡que nunca encontraba por ningún lado!).

Todo es como es por que alguien hace que así sea. Si no encuentras al responsable, puedes preguntarle a alguno de mis duendes si lo conoce...